Filtro de la transmisión automática: ¿cómo funciona?
Aunque el filtro de la transmisión automática es una refacción automotriz a la que no se le presta demasiada atención, la realidad es que tiene mucha más importancia de la que podemos imaginar. Su correcto funcionamiento es indispensable para que nuestro vehículo no presente problemas a la hora de ir manejando. Conoceremos más sobre el filtro y su importancia a lo largo de este nuevo artículo para el blog de Veinte07.
¿Qué es el filtro de la transmisión automática?
Es un componente que se encuentra ubicado justo encima de la bandeja de transmisión y debajo de un tubo de recolección conectado a la bomba de aceite. La función de este filtro es la de fungir como un tamiz que permite recoger contaminantes como suciedad y residuos antes de enviar el fluido del lubricante a la transmisión.
Cabe recordar la importancia de la transmisión en un vehículo. Esta autoparte va conectada a la parte trasera del motor, y desde ahí transferirá potencia a las ruedas. No hay manera de que un vehículo pueda moverse sin transmisión. De la misma forma, la bandeja de transmisión se encarga de atrapar los excesos de líquido; se ubica debajo del tubo de recolección conectado a la bomba de aceite.
Si estas dos piezas se ensucian sobremanera, su funcionamiento puede verse alterado y, por ende, afectar el desempeño general del vehículo. Ahí es donde el filtro de la transmisión se vuelve fundamental.
¿Cómo funciona el filtro de la transmisión automática?
El filtro de la transmisión automática tiene una forma similar a la de una placa de metal con listones. Es ahí por donde el fluido de la transmisión circulará. Cada uno de estos listones posee un medio fibroso que sirve para atrapar cualquier residuo contaminante antes de que el fluido alcance la transmisión.
Mientras la transmisión automática del vehículo lleva a cabo sus funciones, los constantes cambios de marcha generarán fricciones entre las partes mecánicas. A raíz de este proceso, se generan virutas que se distribuyen por todo lo largo de la caja a través del aceite. Parte de la suciedad generada se irá reteniendo precisamente en el filtro. Si la acumulación se vuelve excesiva, el lubricante podría dejar de circular correctamente.
Dependiendo del tipo de transmisión, existen a su vez dos tipos de filtros: internos y externos. Los internos se encuentran instalados dentro de la caja de velocidades; esto vuelve más complejo reemplazarlos. En el caso de los segundos, este proceso es mucho más fácil.
Señales de que el filtro de la transmisión automática ya no funciona
Existen diversas maneras en que se puede percibir cuando el filtro ya acumula demasiada suciedad y partículas contaminantes. Por ejemplo, el sistema comenzará a hacer un ruido muy similar al de un traqueteo. De igual forma, realizar los cambios de marcha del vehículo comenzará a volverse una tarea complicada. Pueden llegar a presentarse de una manera muy irregular y, en ocasiones, incluso agresiva.
También pueden llegar a ocurrir fugas de líquido. Sin embargo, esto no necesariamente es señal de que el filtro ha cumplido con su vida útil. Este síntoma en particular puede obedecer a una instalación errónea del mismo. Las fugas suelen dejar huella en la carpeta asfáltica especialmente cuando el vehículo permanece estacionado por periodos prolongados de tiempo. De esta manera, detectarlas no será tan complicado.
¿Cada cuando hay que cambiar el filtro?
Si bien cada vehículo tiene distintas necesidades para su óptimo mantenimiento —para ello, es importante revisar el manual de usuario correspondiente—, gran parte de los especialistas en mecánica automotriz considera que lo ideal es que tanto el filtro como el fluido de la transmisión se cambien cada 25,000 millas (poco más de 40,200 kilómetros).
Esto puede variar dependiendo de si el filtro es interno o externo. Se aconseja realizar la evaluación y el mantenimiento cada 60,000 kilómetros. Si se prevé realizar el reemplazo, se aconseja cada 80,000 kilómetros.
No obstante, hay casos donde ni siquiera hace falta esperar a alcanzar tal o cual kilometraje. Basta con percatarse de las señales detectadas en el apartado anterior. En esos casos, solo hay que realizar la revisión correspondiente. Si el filtro presenta un exceso considerable de suciedad, resulta evidente que ha llegado el momento de reemplazarlo.
Proceso para cambiar el filtro
Realizar el proceso de cambio es bastante complejo y lento. La razón es que no son muchas las transmisiones que vienen equipadas con un tapón de drenaje. Por ello, para alcanzar el filtro y permitir que el líquido viejo fluya, es prácticamente obligatorio retirar la bandeja de transmisión. En estos casos, no es viable cambiar solamente el filtro. Lo ideal es reemplazar el kit completo de filtro de fluido.
Sin embargo, ya vimos lo laborioso de este proceso. Llevarlo a cabo requiere el conocimiento exacto y las herramientas indicadas. Si no tenemos la seguridad de hacerlo por nuestra cuenta, lo ideal es acudir a un servicio especializado o taller mecánico.
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