¿Un coche automático tiene clutch y dónde se encuentra?

Al pensar en comprar un coche con transmisión automática, muchas personas lo hacen pensando que dejarán de lidiar con la palanca y con el clutch para hacer cada cambio de velocidades. Sin embargo, al leer un poco sobre el funcionamiento de estos vehículos les surge la duda de si realmente un carro automático tiene clutch y, si es así, en qué lugar se encuentra, si causará alguna dificultad para conducir, entre otras.

En Veinte07 hemos creado esta nueva publicación para aclarar tus dudas, así que quédate a leer.

¿Qué es el clutch?

Antes de responder la duda de si un carro automático tiene clutch, debes saber qué es este componente. Un clutch o embrague es un mecanismo que conecta al motor con la caja de velocidades.

La transmisión, como su nombre lo indica, es el mecanismo que transmite las velocidades a las llantas de un coche. En el caso de las transmisiones manuales se necesita un clutch, que el conductor pisa para hacer un cambio con la palanca de velocidades, y a su vez, que esta indicación vaya hacia los neumáticos.

Por su parte, en una transmisión automática el cambio de velocidades se da sin que el conductor pise un clutch o haga el cambio con la palanca, es decir, se da de forma automática.

Entonces, ¿un coche automático tiene clutch?

La respuesta es sí. La transmisión automática necesita un embrague para que se den los cambios de velocidad. Sin embargo, lo que no tienen es un pedal para activar los cambios.

Este componente se encuentra en el sistema de la transmisión, donde conecta la caja de cambios con el motor. Ahora bien, en una transmisión automática puede haber hasta cuatro embragues que funcionan conectando y desconectando engranajes para convertir la energía en impulso que permite al vehículo dar marcha.

¿Cómo funcionan los embragues de transmisión automática?

Antes que nada, debemos mencionar que en la transmisión automática hay diversos engranajes. El modo de funcionamiento de la transmisión automática consiste en transmitir diferentes velocidades de rotación entre el engranaje solar y el de anillo, de modo que el mecanismo completo se mueve como una sola unidad. Cuando se aplican velocidades a las diferentes entradas, el engranaje de anillos se queda estático y el solar rota.

El engranaje planetario es el principal componente y del que derivan otros. Este juego de engranajes cuenta con dos entradas y una salida. Las dos entradas se conectan al engranaje solar y a los de anillos, mientras que la salida se conecta de forma intermedia con un eje y dos paquetes de embrague cuya función es transmitir la energía del motor hacia los neumáticos.

El primer paquete de embrague se conecta con el eje de entrada y hace que gire el engranaje solar. El segundo paquee se conecta con el eje de salida y hace que el engranaje de anillo permanezca estático. En algunos modelos de transmisión automática hay dos juegos de engranaje conectados en el eje de entrada y dos conectados con el eje de salida, en cuyo caso este también rotará y la velocidad de salida será mayor.

Otro componente importante acciona el embrague: la bomba de fluido. Esta trabaja con el convertidor de par, activando frenos, embragues y el conjunto de engranajes por presión. El rotor de la carcasa de la bomba gira para enviar señales hidráulicas que dan lugar al embragado.

Este embragado permite que se pase de una marcha o velocidad a otra, sin que el conductor tenga que activar una palanca para realizar el cambio. Es un mecanismo complejo, en el que se requiere que todos los componentes trabajen correctamente para que funcione.

Síntomas de falla del embrague de transmisión automática

Retrasos en los cambios de velocidad

Un embrague dañado puede provocar retrasos en los cambios de velocidad y la marcha. Esto suele deberse a un mal acoplamiento de los engranajes y, además, puede provocar ruidos en la aceleración, pero sin una propulsión mecánica adecuada. Es decir, el coche perderá potencia.

ATF quemado

Si el embrague está dañado, el líquido de la transmisión puede tornarse oscuro, con olor a quemado y residuos de cenizas o lodos.

Líquido de transmisión oscuro o quemado

Hay muchas razones por las que el ATF luce oscuro o tiene un olor a quemado. Una de ellas es un embrague dañado. En este caso, además de la apariencia y el olor, podría haber un material oscuro similar al lodo dentro del fluido.

Vibraciones al acelerar

Un embrague averiado puede provocar la sensación de vibraciones al acelerar o realizar un cambio de velocidad.

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